Corría el año 1996 en la bulliciosa Ciudad de México. Con un puesto en la calle y la esperanza en el corazón, estábamos en las calles como vendedores ambulantes.

Cada día era un reto, pero también una oportunidad. Nuestro sueño de ofrecer algo más grande y mejor nos mantenía en movimiento.

Un día, la curiosidad y las ganas de superarnos nos llevaron a cruzar las puertas de la plaza comercial Galerías Perinorte. Nos acercamos tímidamente a preguntar sobre cómo rentar un local, sin imaginar que esa simple consulta sería el primer paso hacia un cambio monumental en nuestras vidas.

Así nació "Saydun", nuestra primera tienda de dulces, un pequeño local que pronto se convirtió en un hogar para nosotros y para todos aquellos que buscaban una golosina para endulzar su día. Durante 25 años, Saidun fue más que un negocio; fue el cimiento de nuestra familia, nuestro sustento, y la prueba de que con esfuerzo y dedicación, los sueños se hacen realidad.

Pero la historia no termina ahí. La inquietud de crear algo aún más grande siempre estuvo presente. Fue en 2012 cuando decidimos dar vida a una nueva visión: Chile Nitzá.

Inspirados por la rica cultura mexicana y con un toque divertido, desarrollamos una identidad gráfica que no solo nos diferenciaba, sino que nos conectaba profundamente con nuestras raíces.

La perseverancia y el esfuerzo comenzaron a rendir frutos, y un conocido nos sugirió asociarnos con la Universidad del Valle de México (UVM).

Así, Chile Nitzá se convirtió en partner oficial de 5 campus y uno más de UNITEC. Este impulso fue clave para nuestra expansión y consolidación.

Hoy, mirando hacia el futuro, tenemos grandes planes. Los medios digitales serán el vehículo que nos llevará aún más lejos. La historia de Chile Nitzá es un recordatorio de que, con pasión y determinación, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Y esto apenas comienza.